Puede resultar común experimentar la extraña sensación de ingresar a una habitación con la intención de buscar algún objeto y, al cruzar la puerta, olvidar qué era. La ciencia explicó la razón detrás de este olvido repentino: no es grave y puede estar relacionado con el “efecto umbral” o el exceso de estrés.
Según un estudio elaborado por la Universidad de Notre Dame, replicado por la prensa internacional, a la hora de buscar a los responsables de este fenómeno, se puede apuntar a las puertas y su “efecto umbral”. Al cambiar de estancia, se pierde de vista y de la memoria, qué se había ido a hacer allí debido a cómo organiza el cerebro los recuerdos, prioridades y objetivos: al cruzar la puerta, se pueden reconocer otros objetos que llamen la atención y quitar el foco de la acción principal.
No obstante, existen muchos otros factores que pueden provocar la falta de memoria a corto plazo y que no solo están asociados al envejecimiento. Por ejemplo, el estrés y el cansancio son dos factores que afectan la capacidad de atención y, por ende, de retención del cerebro.
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A su vez, la alimentación influye mucho en la memoria y la habilidad de recordar. Una dieta saludable contribuye a tener un cerebro joven y ágil. El estado de ánimo también es importante: la tristeza, enojo o incluso alegría pueden provocar fallos en la memoria a corto plazo, al igual que disminuir la capacidad de procesar cualquier tipo de información.
Más allá de la preocupación que pueden generar los episodios de olvido inusual, lo importante es concentrarse en la estimulación de la salud cognitiva, adoptando buenos hábitos de alimentación y descanso. Consultar con un profesional de la salud es igual de importante, especialmente cuando los episodios de pérdida de memoria se vuelven una constante.
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