Puede resultar común sufrir más molestias articulares o musculares en las jornadas frescas, lluviosas y de alta humedad. ¿Existe verdaderamente alguna relación entre las condiciones del clima y el aumento de dolores articulares? La ciencia tiene la respuesta a esta inquietud.
Según estudios médicos, lo que sucede en los días de mucha humedad es, paralelamente, el descenso de la presión atmosférica, que sí puede afectar las articulaciones. La baja presión, que acompaña a los días de lluvia, también empeora los dolores, especialmente en aquellos pacientes con padecimientos crónicos. No se limita únicamente a los dolores corporales, sino también a otras dolencias como la migraña.
Una menor presión atmosférica alrededor del cuerpo puede hacer que los músculos, tendones y otros tejidos que rodean las articulaciones se dilaten. Esto puede ejercer presión sobre las articulaciones y provocar dolor. Otra posibilidad es el aumento de la rigidez articular en días fríos o húmedos, que también puede incrementar la sensación de dolor.
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¿Qué hacer ante el dolor articular?
Cuando aparece dolor en las articulaciones, lo mejor siempre es consultar con un profesional de la salud y no automedicarse. Solo un médico podrá determinar la causa o el tipo de dolencia y administrar en consecuencia el mejor tratamiento, que no siempre incluye la utilización de medicamentos.
Igualmente, cuando se padece de dolores en las articulaciones de manera regular, la recomendación es moverse, caminar, y no aislarse o permanecer inmóvil. Aunque, lo primero siempre es consultar con un reumatólogo de confianza.
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