Ante un cuadro de tos ocasional o molestias en la garganta, siempre se recomienda consumir miel, especialmente con alguna infusión caliente. Se trata de un remedio casero sin pruebas claras de su eficacia. ¿Existen pruebas concretas sobre sus efectos reparadores para la garganta? Todo parece indicar que lo mejor siempre es seguir el tratamiento convencional recetado por el médico.
Según estudios nutricionales, la miel de abejas está compuesta principalmente por azúcar y una mezcla de aminoácidos, vitaminas, minerales, hierro, cinc y antioxidantes. Entre sus beneficios se le atribuye la capacidad de reducir el colesterol malo, ayudar a la digestión y disminuir los triglicéridos.
Comúnmente, la miel se usa como antiinflamatorio, antioxidante y agente antibiótico. De ahí la recomendación para utilizarla contra la tos y el cuidado de las vías respiratorias superiores. Aunque, lejos de lo que se cree, más bien tiene un efecto calmante y carece de la misma efectividad de los fármacos recetados para aliviar la tos.
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Lo mejor siempre será consultar con un profesional médico para evaluar si es realmente necesario introducir un producto natural al tratamiento convencional. A pesar de sus múltiples beneficios, la miel puede no ser adecuada para todos, principalmente para personas con diabetes o sobrepeso.
A pesar de que se trata de un producto natural, la miel tiene un alto índice glucémico y puede tener un efecto similar al azúcar en los niveles de glucemia. Unos 100 gramos de miel contienen 79 gramos de azúcares, por lo que se debe tener cuidado a la hora de consumirla.