La postura y distancia de separación cuando se duerme con la pareja puede servir como un indicador del tipo de conexión conyugal, según reveló un nuevo estudio. Al parecer, la cercanía o el contacto que se mantiene con la pareja durante el descanso no solo puede ser beneficioso para la salud en general, sino también puede ser un reflejo de qué clase de vínculo se comparte.

De acuerdo con una investigación elaborada por la Universidad Hertfordshire, del Reino Unido, a cargo del psicólogo Richard Wiseman, cuanto más grande es la cercanía entre las parejas al momento de dormir, el grado de felicidad y satisfacción es más alto. Descansar en el mismo lado es, además, un indicador de una gran conexión conyugal.

No obstante, este no es un factor determinante para saber o entender que una relación es buena o mala. Por ejemplo, si una pareja se da la espalda al dormir, también puede ser una señal de respeto hacia la independencia, sin necesidad de olvidar el vínculo amoroso existente. Además del comportamiento a la hora de dormir, existen otros aspectos de la convivencia que determinan el estado de una relación.

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En general, el hábito de dormir con la pareja puede aportar numerosos beneficios para la salud: otorga una sensación psicológica de seguridad, debido a la liberación de la oxitocina, la hormona del amor, que contribuye a mejorar la calidad del sueño. También se asoció con menor riesgo de padecer depresión, ansiedad y estrés, además de un mayor apoyo social y satisfacción en la relación.

Más allá de los beneficios de dormir con la pareja, siempre es necesario priorizar la calidad del sueño. Pensando en la salud del descanso, no siempre hay que descartar la opción de dormir por separado. Lo importante es lograr un equilibrio entre el tiempo de calidad en pareja y un buen descanso por separado.

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