Pese a su actitud arisca y su personalidad independiente, los gatos pueden vincularse estrechamente con sus cuidadores y sentir apego hacia ellos. De ahí que los felinos también pueden extrañar a sus dueños y desarrollar un patrón de conducta específico cuando sienten la falta de su ser querido.
Los rostros de los felinos parecieran no decir mucho sobre cómo se sienten o no reflejan fielmente sus emociones. Interpretar los sentimientos de los gatos puede ser una tarea ardua para sus cuidadores y lo mejor será siempre aprender a leer entre sus patrones de comportamiento.
Según una investigación de la Universidad de Oregon, los gatos sienten inseguridad cuando sus dueños no están cerca, por lo que pueden reaccionar de diversas maneras ante la ausencia de su ser querido. Los maullidos o ronroneos pueden ser una señal de la nostalgia felina, aunque no siempre se dan en este contexto.
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Con frecuencia los gatos son difíciles de descifrar o comprender. Cuando un gato ronronea por lo general se vincula a su felicidad, mientras que cuando tiene las orejas hacia atrás es sinónimo de nostalgia y un signo de que extraña a su dueño. Esta misma disparidad se puede observar al momento del reencuentro entre los peluditos y sus dueños.
Los felinos puede alejarse o mostrase enojados con sus cuidadores tras un periodo de ausencia, demostrando que siguen estresados o que están enojados. Esta reacción responde a la capacidad de los gatos para formar lazos seguros con sus dueños y la sensación de pérdida de confianza que experimentan al notar la ausencia de su ser querido.
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