A la sal se le atribuyen propiedades purificadoras. Más allá de sus beneficios en el campo de la energía, también se puede utilizar con fines terapéuticos y de relajación. Sepa cuáles son los beneficios puntuales que tiene para el organismo bañarse con agua y sal.
La sal gruesa puede contribuir a mejorar estados de ánimo, aliviar dolores, tener un efecto relajante y ayudar a combatir el insomnio, según estudios médicos. Al momento del baño sirve especialmente para la relajación muscular. Junto con el efecto relajante del agua caliente, puede ayudar a aflojar los músculos cansados y tensos.
Su uso como ingrediente para la ducha está especialmente recomendado para combatir el estrés. Al generar un momento de calma y relajación, el baño con sal ayuda a reducir la tensión y la ansiedad, además de mejorar la calidad del sueño. Tomar un baño con sal antes de acostarse puede ayudar a combatir el insomnio, ya que relaja el cuerpo y la mente.
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La sal también elimina las toxinas que acumula el organismo. Al estimular y abrir los poros de la piel, elimina los metales pesados y las toxinas que se acumulan en la dermis. También aporta una mayor suavidad y elasticidad a la piel y ayuda a exfoliar las células muertas, al igual que a promover la renovación de las mismas.
Es importante tener en cuenta que si se tiene alguna condición médica preexistente, resulta fundamental consultar con un médico antes de hacer un baño de sal debido a que el ingrediente también puede generar irritación. De ahí que se recomienda tomar las precauciones necesarias.
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