El consumo de remolacha está asociado con increíbles beneficios para la salud general, desde ayudar a reducir la presión arterial hasta mantener el cerebro sano a medida que se envejece. Para aprovechar al máximo sus propiedades, se recomienda descartar la cocción tradicional y optar por formas más naturales.

Según estudios nutricionales, ingerir remolacha regularmente puede, por ejemplo, tener un efecto significativo sobre la presión arterial. Esto sucede porque el óxido nítrico del vegetal hace que los vasos sanguíneos se dilaten, lo que hace que la sangre fluya más fácilmente. La remolacha también puede aumentar el flujo sanguíneo a áreas cruciales del cerebro.

Se demostró que el consumo de jugo de remolacha estimula la cognición y mejora la capacidad para tomar decisiones rápidas. Incluso, puede ser útil para mantener la salud del cerebro a medida que se envejece. En pocas palabras, este vegetal realmente puede ayudar a mantener el cerebro más joven.

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Dos a tres remolachas medianas o una dosis de jugo por día sería todo lo que se necesita para empezar a ver efectos positivos en el organismo. No obstante, también hay que prestar atención al método de preparación.

Los nitratos, principal componente del vegetal, son solubles en agua, así que se debe tener cuidado al cocinar las remolachas. Hervirlas hará que los nitratos se filtren al líquido de cocción y no obtendrás tantos beneficios. Si realmente se busca aprovechar al máximo este bulbo, lo mejor que se puede hacer es consumirlo cruda, asado o beber su jugo.

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