En pleno verano, es crucial mantener una buena hidratación y una alimentación saludable para ayudar al organismo a afrontar las altas temperaturas. Las verduras pueden ser grandes aliadas, especialmente aquellas con alta composición de agua, que se pueden preparar sin utilizar calor.
Por ejemplo, el brócoli ayuda a mantener en verano el cuerpo hidratado. Además, tiene vitamina A, C y E, aminoácidos, zinc y potasio, esenciales para garantizar el buen funcionamiento del organismo, según estudios nutricionales. También colabora a mantener los huesos sanos y fuertes, además de estimular el correcto funcionamiento del sistema digestivo.
Al igual que el brócoli, el pepino tiene muchísima agua, lo que lo convierte en una excelente alternativa para los veranos. Se destaca por su riqueza en vitamina C y su versatilidad a la hora de combinarse en ensaladas. No hay que olvidar al zucchini, que también es una buena fuente de vitamina C y potasio.
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Las chauchas son igualmente útiles en verano. Estas hortalizas se destacan por su alto contenido de fibra, yodo y vitamina C. Lo mismo sucede con las remolachas: además de ser una fuente de vitamina C, es rica en antioxidantes y protege al organismo del daño producido por agentes oxidantes como los rayos ultravioletas, la polución del ambiente o las sustancias químicas presentes en los alimentos.
El cuerpo se deshidrata con mayor facilidad ante las altas temperaturas y, por este motivo, es importante encontrar fuentes de hidratación para combatir el calor. Resulta fundamental consumir agua y optar por comidas ligeras, a la par de optar por estas verduras ideales para el verano.
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