Existen múltiples razones por las que las hormigas se sienten atraídas por ciertas plantas, como la falta de limpieza regular o la presencia de otros insectos. Al refugiarse en el interior de las plantas, pueden atacar y dañar las raíces y hojas, que terminan por secarse. De ahí que se puede optar por una serie de trucos caseros y naturales para proteger las plantas.
Si bien es cierto que las hormigas cumplen un rol importante en la naturaleza, generalmente suelen generar inconvenientes con los cultivos y las plantas. Por este motivo, se debe aprender a regular su población y cuidar las plantas.
Existen varios métodos para proteger las plantas de la invasión de las hormigas. Entre los naturales, se destaca la combinación del ajo, granos de café, laurel, menta u otras hierbas y especias. Hay que depositarlos en puntos estratégicos y estos ingredientes espantan a las hormigas debido a que no les gusta el olor de estos alimentos, según estudios botánicos.
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Con bicarbonato de sodio también se puede repeler a las hormigas. A la par de este ingrediente, utilizar cáscaras de cítricos también es efectivo. Las hormigas las acumulan en su hormiguero y al descomponerse, termina siendo perjudicial para el insecto.
La tiza en polvo hace de repelente para las hormigas. Hay que colocarla alrededor de las plantas para que no suban hasta las hojas y raíces. Al igual que el polvo de la tiza, el vinagre mezclado con agua es un buen protector para las plantas. Se rocía esta combinación que repele a los insectos por su fuerte olor.
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