El consumo diario de manzana aporta múltiples beneficios a la salud del organismo: la fruta tiene varios nutrientes como proteína, carbohidratos y fibra y minerales como el calcio, el fósforo y el potasio. No obstante, a pesar de que es muy saludable, es fundamental consumirla en el momento adecuado para evitar picos de glucosa y aprovechar sus nutrientes.

Según una investigación de la revista Nutrients, atendiendo a que se recomienda iniciar el día con alimentos ricos en fibra y agua, la mejor hora para comer manzana y cualquier otra fruta es por la mañana, con el desayuno, debido a que aporta nutrientes y vitaminas para empezar el día y, además, contribuye a mantener la hidratación y evitar el estreñimiento.

Más allá de la recomendación sobre el momento ideal, se puede ingerir la manzana en cualquier momento del día: en el desayuno, la merienda, como postre, antes o después de ir a entrenar, o luego de las comidas. También se puede incluir en almuerzos y cenas dentro ensaladas y tartas, entre otras opciones. Para maximizar sus beneficios, se puede complementar con proteínas y carbohidratos.

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El consumo diario de manzanas se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) y la mejora de diferentes factores de riesgo relacionados con la condición debido a que reduce la presión arterial, el colesterol y la inflamación. A su vez, la ingesta de la fruta promueve la regulación del flujo sanguíneo.

Incluir manzanas en la dieta diaria también está vinculado con el fortalecimiento del sistema inmune y la salud bucal. Las manzanas frescas y enteras ofrecen la mayor cantidad de nutrientes. Cuando se elimina la piel, se pierde gran parte de la fibra y la mayoría de sus antioxidantes.

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