Conciliar el sueño por la noche puede resultar un desafío, especialmente cuando se lidia con situaciones estresantes durante el día. No obstante, existe una estrategia natural para transformar la temperatura corporal, fomentar un efecto sedante en el organismo y potenciar el descanso: se trata de un baño caliente, que puede ser un gran aliado para lograr un descanso de calidad.
Según estudios del Instituto Ferrero de Neurología y Sueño en Argentina, que fueron replicados por la prensa internacional, existe evidencia para afirmar que un baño o ducha caliente antes de acostarse induce el sueño. Exponer el cuerpo al agua caliente genera que los vasos sanguíneos se relajen y que aumente la temperatura corporal. Cuando desciende, al salir de la ducha, el organismo se relaja y se secreta melatonina, hormona que potencia el sueño.
Si bien este método no es suficiente para solucionar por completo los problemas crónicos del insomnio, lo cierto es que puede ayudar en gran medida. El agua caliente tiene un impacto positivo en el cuerpo, pero este baño antes de dormir no debe durar más de 10 minutos. Se trata únicamente un mecanismo para alertar al cerebro sobre la llegada de la hora del descanso.
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Además de la ducha caliente, también se aconseja prestar atención a otros aspectos que hacen al buen descanso. Dejar de lado el uso de los dispositivos electrónicos después de bañarse es crucial. Se puede reemplazar las pantallas por un libro físico, así se evita que la luz azul de las pantallas inhiban la secreción de melatonina.
Sin dudas, dormir es un pilar fundamental para gozar de una buena salud. En la actualidad, por el ritmo ajetreado de vida, es común con el estrés o el exceso de responsabilidades interfieran con el descanso. De ahí que es importante recurrir a técnicas naturales como la ducha caliente para potenciar el buen descanso.
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