Tomarse algunos días para descansar es casi una obligación para cuidar de la salud física y mental. No obstante, a la hora de elegir el lugar para vacacionar, hay diferentes gustos. Para algunos, no hay mejor opción que disfrutar de la arena, el agua y el sol en la playa, pero no hay que descartar los beneficios que pueden ofrecer los paisajes naturales como los cerros.
Más allá de los gustos personales, el bienestar general es un factor a tener en cuenta a la hora de elegir un destino. Según un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la vegetación y los cuerpos de agua, también conocidos como espacios verdes y azules, tienen el potencial de afectar la salud y el comportamiento al proporcionar lugares estéticos para la relajación, la socialización y la actividad física.
De ahí que se cree que sería más favorable para la salud la conexión con espacios verdes por su efecto antiestrés, a diferencia de los espacios azules como el mar, lagos, ríos y otros. Este es un dato muy importante a la hora de elegir el lugar para vacacionar. El contacto con la naturaleza y sus colores puede aliviar algunos síntomas de depresión y aumentar la capacidad individual para la conexión social y la felicidad, de acuerdo con el análisis.
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Todo parece indicar que la exposición a un ambiente natural puede restaurar algunos procesos del sistema cognitivo, ya sea funciones como la atención selectiva, la resolución de problemas, la inhibición, y la capacidad de multitarea.
A pesar de las recomendaciones, cada persona debe elegir su espacio y modalidad para vacacionar según su deseo y sus preferencias. Si bien los espacios como los cerros ofrecen más aislamiento e introspección en contraposición con la exposición al mar, la respuesta es a los espacios es siempre individual y diferente.
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