Para tener el cabello sano e hidratado, la rutina de cuidados e higiene es fundamental. La frecuencia de lavado juega igualmente un rol importante: cuando se realiza una sola vez por semana, el cuero cabelludo se ve afectado y puede sufrir descamaciones, obstrucciones y otros males.
Considerar solo el aspecto del cabello, ya sea si luce o no sucio, no es suficiente para establecer una rutina de lavado. De ahí que no es recomendable dejar pasar una semana sin lavar el pelo, atendiendo al riesgo de la obstrucción de los folículos pilosos, que trae a su vez otras consecuencias más serias.
Según investigaciones médicas, cuando el folículo se obstruye, puede aparecer la descamación del cuero cabelludo, picazón, sensibilidad, caspa y se fomenta además la caída del cabello. Por este motivo, la recomendación es lavar el pelo al menos dos veces por semana, incluso en cabellos gruesos y secos, que aparentemente no exigen tanta frecuencia.
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Los productos del lavado del cabello también son importantes: el champú no debe ser muy fuerte y es mejor optar por aquellos sin sulfatos debido a que retienen la humedad y ayudan a mantener los mechones suaves. También se aconseja, no usar agua caliente porque reseca el cabello y genera mucho frizz.
Más allá de la higiene, la salud del cabello está directamente relacionada con la alimentación debido a que los nutrientes que se ingieren participan en la formación de los tejidos de los folículos pilosos, donde nace el pelo. Una dieta equilibrada es crucial para tener un cabello saludable e hidratado.
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