Además de mantener la elasticidad y flexibilidad de la piel, el colágeno es una proteína que se encarga de unir diferentes estructuras en el organismo. Con el paso del tiempo, su producción disminuye, por lo que fundamental recurrir a fuentes ricas en esta proteína como las frutas, especialmente aquellas ricas en vitamina C, que favorece la generación de colágeno.
A medida que pasan los años y el cuerpo envejece, la producción de colágeno se va reduciendo gradualmente. Según importantes estudios médicos, a los 40 años el organismo produce únicamente la mitad de colágeno que en la adolescencia. Esta reducción en los niveles de producción provoca, entre otras cosas, la pérdida de elasticidad y flexibilidad de la piel, dolores en las articulaciones y músculos, deficiencias circulatorias y otros variados efectos.
Una de las principales formas de sostener la producción de colágeno en el organismo es consumir nutrientes como la vitamina C, que favorecen la generación de la proteína. Entre las frutas, sus principales fuentes son el kiwi, la naranja, la mandarina, el pomelo y el limón, además de la piña, el mango, las frutillas, la guayaba, el melón y la sandía.
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Al igual que la vitamina C, para estimular la producción de colágeno se debe optar por alimentos con un alto contenido de antioxidantes. Entre ellos, se destacan las cerezas y los arándanos. Para aprovechar las propiedades de estas frutas, la clave es incorporar todos los días una variedad que contenga alguno de estos nutrientes.
La principal recomendación es elegir las frutas de estación que coincidan con esta lista. Se consiguen más fácilmente, suelen tener mejores precios y sabor. Más allá de la sugerencia, siempre es fundamental consultar con un profesional de la nutrición antes de introducir cualquier alimento a la dieta.
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