Las hamburguesas, las pizzas, los panchos, las gaseosas y las papas fritas son alimentos prácticos y accesibles y también aportan una gran sensación de saciedad. Lejos de la comodidad que pueden ofrecer en la rutina diaria, se trata de alimentos altamente calóricos, con bajo poder nutritivo, cuyo consumo se debe limitar en la dieta.
Según un análisis de la organización estadounidense Men´s Health, que fue replicada por la prensa internacional, ciertos alimentos muy populares como las pizzas pueden llegar a aportar 250 calorías por porción, cuando se trata de aquellas preparaciones que no son caseras. De forma similar, los “nuggets” de pollo tampoco son la alternativa más saludable.
Generalmente, estas piezas están hechas con las partes de menor calidad del pollo y, al estar fritas, cada porción tiene entre 70 y 80 calorías. Se estima que se pueden llegar a ingerir hasta 800 calorías si se comen 10 “nuggets”. Además de esta opción, los embutidos son otros alimentos altamente calóricos, que pueden aportar entre 250 y 300 calorías por unidad.
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Sin duda alguna, las papás fritas son los snacks más populares, pero igualmente los más calóricos. Por cada 100 gramos (unas 20 unidades), las papas fritas pueden llegar a aportar 275 calorías. El consumo de las papas fritas no solo se asocia con una ingesta elevada de calorías, sino también con la falta de componentes esenciales como fibra, que es fundamental para la salud cardiovascular.
Atendiendo al gran aporte calórico de estos alimentos, además de su escaso aporte nutricional, se recomienda limitar su consumo durante la semana. No se trata de privarse de estas opciones, sino de encontrar un equilibrio con la alimentación saludable. La orientación de un profesional de la nutrición es fundamental para lograr una dieta saludable.
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