Perder peso requiere de un esfuerzo y proceso complejo. No obstante, en lugar de recurrir a dietas muy restrictivas o demasiados sacrificios, se debe optar por alternativas más saludables y amigables con el organismo. Por ejemplo, reforzar el consumo de ciertos nutrientes como la vitamina B3, cuyas propiedades estimulan la quema de grasa.

Según un estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas en España, que fue replicada por la prensa internacional, la niacina o vitamina B3 no solo contribuye a la pérdida de peso, sino que está asociada a la prevención de la obesidad. Este nutriente ayuda a convertir los alimentos en energía y mantener sano el sistema nervioso.

Si bien la vitamina se puede obtener a través de suplementos recetados por un médico, su fuente por excelencia son frutos secos como el maní, además de algunos lácteos y pescados. El atún, salmón y las sardinas, al igual que ciertas clases de queso como el Roquefort, también se destacan por su alto contenido de niacina o vitamina B3.

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Entre sus múltiples utilidades, la vitamina B3 también estimula funcionamiento del aparato digestivo y protege la piel de los microorganismos externos. Se le atribuye igualmente la capacidad de elevar el colesterol HDL (bueno), reducir el colesterol LDL (malo) y los triglicéridos, otro tipo de grasa presente en la sangre.

Más allá de las recomendaciones, siempre es importante consultar con un profesional médico antes de introducir algún nutriente o régimen de alimentación a la dieta. Si el objetivo es bajar de peso, vale la pena recordar que la ingesta de nutrientes debe estar acompañada por hábitos saludables como realizar ejercicios físicos e hidratarse y dormir correctamente.

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