Realizar estiramientos como una actividad en sí misma o después de realizar ejercicios es sumamente beneficioso para la salud de los músculos y articulaciones en general, sobre todo para las piernas, que soportan diariamente todo el peso del cuerpo. Ciertas rutinas de estiramiento pueden resultar muy útiles para aliviar las molestias en la zona baja del cuerpo.
Los músculos de las piernas, ya sean los femorales o isquiotibiales, juegan un importante rol en el movimiento. Por este motivo, es clave elongar o estirar periódicamente. La tensión en esta zona del cuerpo contribuye con frecuencia al dolor lumbar, según análisis de la organización estadounidense Mayo Clinic.
Una de las mejores formas de elongar las piernas es realizando el tradicional “estiramiento parado”, el más conocido. Para hacer esta práctica, estando de pie, hay que inclinarse hacia abajo de la cintura y, sin doblar la rodilla, intentar tocarse los dedos de los pies con los de las manos. No es necesario esforzarse de más, es preferible ir de a poco e incrementar la intensidad de este estiramiento con el correr del tiempo.
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Otro de los movimientos más comunes, pero a la vez efectivos, es elongar estando sentados en el suelo con las piernas juntas y las rodillas flexionadas. Únicamente se debe agarrar con la punta de los dedos a la altura del talón y estirar las piernas lo máximo que se pueda sin soltarse las manos. Para este ejercicio, hay que mantener la cabeza entre las piernas, sentir el tirón de los músculos y soltar lentamente.
Más allá de cuál sea el ejercicio de estiramiento seleccionado, a la hora de realizar la práctica, el cuerpo y los músculos deben sentir una tensión, pero no la suficiente como para que se transforme en dolor. Cualquier molestia es indicio de que el trabajo no se está realizando correctamente.
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