Con la llegada del verano siempre se busca disfrutar de espacios al aire libre, aunque es importante tener cuidado con los mosquitos y otros insectos. Algunas plantas aromáticas pueden ser grandes aliadas a la hora de combatirlos, ahuyentándolos de manera natural y sin necesidad de recurrir a productos químicos.
Colocadas estratégicamente cerca de puertas y ventanas, las plantas crean un escudo invisible que impide la entrada de los insectos, además de aportar un toque aromático y estético. Por ejemplo, la lavanda no solo es capaz de perfumar el espacio, sino que también ahuyenta a moscas y mosquitos. Se adapta tanto a jardines como balcones y espacios interiores debido a que no requiere de mucho riego.
Sin dudas, la planta antimosquitos por excelencia es la citronela, que se destaca por su distintivo aroma a limón y sus propiedades para repeler insectos. Requiere pocos cuidados y ofrece una protección duradera. También se puede encontrar fácilmente en otras presentaciones como repelentes y otros productos industrializados.
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A su vez, la albahaca no solo ahuyenta moscas y mosquitos, sino que también puede resultar tóxica para sus larvas. Al colocar una maceta cerca de puertas o ventanas se puede aprovechar al máximo su efectividad. Otra de las alternativas es la menta, que funciona como repelente y paralelamente alivia las molestias de las picaduras. Los aceites a base de esta planta cumplen con este propósito.
Aunque todas estas plantas pueden ayudar a combatir los mosquitos, también es importante emplear otras medidas preventivas para evitar las picaduras y, por ende, la transmisión de enfermedades como el dengue, zika y chikungunya. Resulta fundamental utilizar repelentes, espirales y mosquiteros, además de la limpieza en las casas para evitar los criaderos.
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