El magnesio es un mineral fundamental para el organismo: no solo regula la función de los músculos, sino también tiene incidencia directa en el sistema nervioso. A este nutriente se le atribuye además la capacidad de combatir el estrés y mejorar la memoria, al igual que otras funciones cognitivas.

Según investigaciones de los Institutos de Nacionales de Salud de los Estados Unidos, el magnesio tiene un efecto casi relajante de la actividad cerebral, por lo que puede reducir el estrés y la ansiedad. También, optimiza las funciones de aprendizaje y memoria atendiendo a que facilita la comunicación neuronal.

Una mayor ingesta de magnesio a edad temprana aumenta además la protección contra enfermedades neurodegenerativas y el deterioro cognitivo a medida que se envejece. Los efectos neuroprotectores de este mineral en la dieta también resultan doblemente beneficiosos para las mujeres, principalmente en las etapas posmenopáusicas y premenopáusicas.

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Para aprovechar las virtudes del magnesio, se recomienda incluir en la dieta alimentos ricos en el mineral, que pueden ser nueces, almendras y otros frutos secos con alto contenido de este compuesto. Las acelgas, espinacas y ciertos frutos de mar también son una gran fuente de magnesio. El magnesio también está disponible en suplementos, pero solo pueden ser recetados por un médico.

Vale la pena recordar que, antes de tomar cualquier decisión vinculada a la salud o introducir alimentos a la dieta, siempre es fundamental consultar a un médico para que brinde un asesoramiento preciso y completo de acuerdo a cada caso.

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