Sin dudas, los huevos son alimentos indispensables en la cocina debido a su versatilidad y su capacidad para realzar cualquier receta. Para aprovechar sus beneficios, pequeños trucos pueden ser de gran utilidad a la hora de conservarlos frescos y, posteriormente, cocinarlos de mejor forma.

Según recomendaciones del Instituto del Huevo en España, que fueron replicadas por la prensa internacional, es importante conservar en óptimas condiciones los huevos: la temperatura en la que sean almacenados es crucial para el desarrollo o no de microorganismos potencialmente dañinos para la salud.

Las bajas temperaturas ayudan a mantener la frescura del huevo, por lo que guardarlos en la heladera desde la compra del producto, hasta el momento de la cocción, es la opción más viable. También se deben retirar los empaques de plástico que los envuelven y no ayudan a que se mantengan frescos. Se aconseja igualmente no almacenarlos en lugares donde estén expuestos a la luz solar o fuentes de calor.

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Los huevos deben cocinarse cuando estén frescos a fin de asegurar que el alimento esté en las mejores condiciones y aprovechar todos sus nutrientes. Dependiendo la frescura de un huevo se puede determinar de qué manera es mejor cocinarlos. Las formas de cocción al agua y que no agreguen aceite son las más saludables.

Los huevos son considerados uno de los alimentos con más valor nutricional debido a su riqueza en proteínas, hierro, vitaminas A y B12, calcio y de zinc. Además, el consumo regular de este alimento está relacionado con la disminución del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

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