La sensación de adormecimiento en las extremidades puede resultar muy común y se origina debido a numerosos factores: desde el déficit de ciertos nutrientes hasta lesiones neuronales. De ahí que, cuando se da de forma frecuente, es fundamental acudir junto a un profesional médico.
El hormigueo o adormecimiento se catalogó como una condición denominada ”parestesias” y se expresa a través de una sensación de quemadura o de pinchazos tanto en las manos, brazos, piernas o pies, aunque también puede aparecer en otras partes del cuerpo.
Según una investigación de la Sociedad Española de Medicina Familiar, que fue replicada por la prensa internacional, los hormigueos pueden aparecer por la postura que se mantenga o, en casos más extremos, como síntomas de una enfermedad o problema de salud más complejo. Las lesiones en un nervio o la raíz de una hernia discal también pueden generar esta condición.
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No hay que descartar la falta de nutrientes como la vitamina B12, el calcio, el potasio o sodio en el organismo. El adormecimiento se manifiesta igualmente en pacientes con tratamientos de quimioterapia y arterioesclerosis, además de una condición denominada enfermedades neurológicas o daños traumáticos de un nervio.
Las afecciones más comunes con el hormigueo como principal síntoma son el síndrome del túnel carpiano, migrañas, hipotiroidismo, esclerosis múltiple e, incluso, accidentes cerebrovasculares. Por este motivo, si el adormecimiento se produce de manera recurrente, es necesario consultar a un médico para determinar la causa y optar por un tratamiento.
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