El repollo blanco es una excelente alternativa para incluir en la dieta y reforzar la producción de colágeno, la proteína que está relacionada con la elasticidad y la juventud de la piel. Su contenido en vitaminas, como la C, contribuyen a disminuir los signos de envejecimiento y a mejorar el aspecto de la piel, el pelo y las uñas.

Según estudios nutricionales, el repollo posee vitaminas C, E y K, betacarotenos, antocianinas y ácido fólico, componentes que ayudan a prevenir el envejecimiento celular y combaten múltiples afecciones. Por consiguiente, este vegetal estimula además la producción eficiente de colágeno y ayuda a combatir los signos de envejecimiento.

Cada 100 gramos de repollo aporta tan solo 28 calorías, el 92% de su composición es agua y fibra, por lo que ayuda al buen funcionamiento intestinal. Este vegetal es sumamente utilizado en el proceso de pérdida de peso y el combate al estreñimiento.

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El repollo blanco contiene igualmente una amplia cantidad de minerales como el potasio, el calcio, el hierro y el magnesio, que están relacionados con el buen funcionamiento de nervios y músculos, huesos y dientes. También previene la hipertensión, el ácido úrico y reduce el colesterol, aunque siempre es importante obtener la aprobación de un profesional antes de incluirlo en la dieta.

Se recomienda el consumo del repollo blanco al menos tres veces a la semana, preferiblemente crudo a fin de que no se pierdan sus propiedades y vitaminas. No obstante, también se puede agregar a recetas calientes como salteado de verduras o utilizar este vegetal para preparar los tradicionales “wraps”, todo dependerá del gusto de cada persona.

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