Mantener los dientes fuertes y sanos no solo dependerá de los hábitos de higiene y los controles odontológicos regulares, sino también de la buena alimentación: entre los nutrientes esenciales para lograr este objetivo se destaca el calcio, un mineral sumamente beneficioso para la salud del organismo.

Al tratarse de un componente fundamental de las encías y la dentadura, el consumo de calcio contribuye especialmente a la prevención de la caída de piezas dentales y la reducción del riesgo de enfermedades, según importantes estudios. Este mineral también contribuye con la regeneración de los tejidos blandos bucales y el resguardo del esmalte de los dientes, además de prevenir las caries.

Para lograr estos efectos, el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos recomienda el consumo de 1.000 miligramos de calcio por día, especialmente para aquellas personas de entre 19 y 50 años. Una dieta variada con alimentos ricos en este mineral también permitirá cumplir con estos requerimientos.

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Entre las mejores fuentes de calcio se destacan los lácteos. Aunque este mineral se encuentra de forma natural en muchos alimentos, la leche y sus derivados son una fuente muy preciada. Las hojas verdes, las almendras y el sésamo también son una excelente fuente de este nutriente y además aportan proteínas y carbohidratos.

Más allá de estas recomendaciones, es fundamental consultar con un profesional antes de incluir cualquier alimento a la dieta. Solo el médico podrá determinar además la necesidad de añadir o no un suplemento de calcio al régimen de alimentación.

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