Más allá de los beneficios que puede aportar el café a la salud del organismo, consumir esta bebida demasiado cerca del horario de la toma de ciertos medicamentos puede representar un riesgo. La advertencia se debe a que el efecto estimulante de la cafeína puede alterar la absorción y actividad de ciertos fármacos.
Según varios estudios científicos, como el que realizó el “National Health Service” de Reino Unido, mezclar la ingesta de café con medicamentos para la presión arterial alta puede resultar problemática debido a que la función principal de este remedio es reducir la carga de trabajo del corazón para bombear sangre a todas las células del cuerpo, pero la cafeína estimula este proceso.
Lo mismo sucede con los medicamentos para el asma. Generalmente, estos fármacos se utilizan para relajar las vías respiratorias, facilitando la respiración. Sin embargo, la ingesta de café puede desencadenar efectos secundarios como dolores de cabeza, inquietud, molestias estomacales e irritabilidad y también reducir la absorción del fármaco.
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A su vez, de acuerdo con la Asociación Estadounidense de Diabetes, el consumo de cafeína podría dificultar la absorción de medicamentos contra la diabetes y, por ende, interferir en la regulación del azúcar en sangre, aumentando el riesgo de complicaciones vinculadas a la enfermedad. Esto ocurre principalmente con aquellos pacientes que dependen de la insulina.
Al seguir un tratamiento , es fundamental acatar las indicaciones médicas respecto a la frecuencia y el modo de consumo de los medicamentos, al igual que se debe prestar atención a los hábitos que podrían alterar la actividad de los fármacos.
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