Las aceitunas pueden funcionar como ese toque ideal de nutrientes para hacer que las comidas sean más saludables y, además, darles un toque de sabor. Aportan numerosas vitaminas y minerales y se pueden consumir a diario como parte de la alimentación habitual.
Según importantes estudios, las diferentes clases de aceitunas aportan fibra y son una fuente importante de vitamina E, además de ser una buena fuente de hierro. El fruto del olivo contribuye a regular de forma natural el nivel de glucosa en la sangre y optimizar la absorción de nutrientes estimulando el crecimiento.
Incluir aceitunas en la dieta también es una forma natural de ayudar al control de la presión arterial. Estos frutos son igualmente muy digestivos debido a su riqueza en fibra. Su contenido en minerales está dado por el sodio, el calcio, el hierro, el potasio, el magnesio, el fósforo, el yodo y el zinc.
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Al igual que el aceite de oliva, las aceitunas son ricas en grasas monoinsaturadas que se incluyen en la categoría de grasas saludables. Los ácidos grasos monoinsaturados se han relacionado con una menor inflamación y un menor riesgo de enfermedad cardíaca. Estos alimentos también contienen poderosos antioxidantes que pueden ayudar a proteger el cuerpo contra el estrés de la vida moderna.
La diferencia calórica entre las aceitunas verdes y negras es pequeña, por lo que no existe una gran diferencia entre cuál es la más recomendada para incluir en la dieta. La cantidad diaria recomendada sería de 25 gramos de aceitunas, lo que equivale a unas 7 unidades.
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