Las mandalas, que son dibujos originarios de la India que se basan en ruedas o círculos, serían beneficiosas para la relajación. Si bien en la cultura hindú se pintan estos dibujos para potenciar la concentración, esta práctica podría traer a su vida bienestar físico y emocional, según la psicóloga española Judit March.
Uno de los beneficios relevantes de pintar mandalas es que estimulan la creatividad y favorecen la atención en el momento presente. Eso resta episodios de ansiedad, aporta relajación y reduce el estrés de la rutina diaria. Las formas geométricas generan un “efecto hipnótico” que produce calma para quien las pinta.
Al pintar la respiración se calma y las pulsaciones bajan. Colorear mandalas también favorece “un discurso positivo en tu interior”, esta terapia desconecta los pensamientos intrusivos; es decir, pensamientos no deseados involuntarios, imágenes o ideas desagradables que pueden convertirse en obsesiones.
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Hay que mencionar que los colores que se emplean al pintar mandalas denotan el estado de ánimo, así inconscientemente la mente permite expresar emociones. Esta práctica permite explorar el mundo interno, puede determinar cómo se siente, ya que es un tiempo de reflexión con uno mismo.
Se recomienda practicar meditaciones tras pintar mandalas, pues las mandalas justamente son las herramientas de los hindúes para concentrarse a la hora de realizar meditaciones. Tomarse 5 minutos y hacer respiraciones conscientes ayudan a reducir las emociones negativas, controla el estrés y causa una mente feliz y relajada.
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