La calabaza es considerada un “superalimento” debido a que aporta numerosos nutrientes, que brindan beneficios para la salud. Esta fruta baja en grasas es una bomba de minerales, ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y a fortalecer el sistema inmunológico.
Según una investigación publicada en la revista científica “Journal of Cardiology”, la calabaza se destaca por su aporte de vitamina C, que potencia la función inmune y reduce la incidencia de las patologías infecciosas de carácter respiratorio. La Organización Mundial de la Salud recomienda su consumo habitual teniendo en cuenta que es rica en vitamina A, B2, B6, calcio, magnesio, potasio, zinc y sodio.
Cada 100 gramos de calabaza posee tan solo 29 calorías, esto la hace especial para personas que siguen un régimen de control de peso. Su alto contenido en fibra y agua favorece el tránsito intestinal y evita la retención de líquidos.
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Este superalimento contiene en su interior ácido fólico, vital durante el embarazo. No se puede pasar por alto su contenido de potasio, un mineral que ayuda a combatir la presión alta. De ahí que podría contribuir a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
No solo la fruta se puede consumir. Aunque no es demasiado popular en la gastronomía, sus flores también pueden ser una opción nutritiva y sabrosa para una dieta saludable. Se pueden comer crudas, cocinadas o como ingrediente en sopas, cremas o ensaladas. Su principal característica es que son muy bajas en calorías y grasas, por lo que se convierten en una alternativa para incluir en la dieta.