No todos los trastornos del sueño implican la falta de sueño o el insomnio. Dormir en exceso también puede ser un problema y provocar efectos negativos en la salud, si no se maneja adecuadamente. El sueño prolongado está relacionado con el desgaste neuronal y el incremento del volumen corporal.

Según un estudio de la Universidad Laval de Canadá, dormir más de nueve horas diarias puede derivar en un desarrollo temprano de neurodegeneración, además de generar un 25% más de probabilidades de subir de peso en comparación a quienes duermen entre 7 y 8 horas. El sueño prolongado en siestas o durante la noche también está relacionado con cambios negativos en los niveles de colesterol, así como un incremento del volumen corporal.

Siempre se estima que ocho horas de sueño diarias son beneficiosas para el organismo, pero la cantidad de tiempo de sueño puede variar de acuerdo con los requerimientos de cada persona. No es totalmente necesario dormir ocho horas exactas, sino las que permitan levantarse de forma natural a diario y con sensación de haber descansado.

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La definición de calidad de sueño está basada, principalmente, por la sensación de despertar y sentirse con energía y activos. De ahí que la cuestión de las horas de sueño necesarias gira en torno a las necesidades particulares de cada organismo.

Muchas veces, mantener una rutina regular de sueño es más importante que la hora de la alarma del despertador. Lo importante es mantener el mismo horario al acostarse y levantarse todos los días e incluso, los fines de semana.

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