Una buena alimentación está vinculada directamente con la salud física y mental. Por este motivo, es fundamental consumir las vitaminas y nutrientes adecuados para proteger al cerebro del deterioro cognitivo. Algunas frutas y verduras son especialmente necesarias para cumplir este objetivo, según estudios de la Universidad de Harvard.
Por ejemplo, las nueces son recomendadas para estimular la función cognitiva. Los efectos antiinflamatorios y antioxidantes de los ácidos grasos omega 3 en estos frutos secos son necesarios para mejorar la memoria. Además poseen grasas y aceites saludables que el cerebro necesita para funcionar correctamente.
Al igual que las nueces, el aguacate es considerado un superalimento que favorece la función cognitiva. El magnesio es importante para el funcionamiento del cerebro y los aguacates son considerados una excelente fuente de este nutriente.
Otra de las recomendaciones apunta a incluir en la dieta las verduras de hoja verde, que contienen vitamina E, carotenoides y flavonoides, nutrientes para proteger el cerebro de la demencia y el deterioro cognitivo. Su deficiencia podría ser la base de afecciones neurológicas.
El chocolate amargo también es una importante fuente de nutrientes como el hierro, indispensables para el buen funcionamiento del cerebro. Este mineral ayuda a formar la cubierta que protege las neuronas y a controlar la síntesis de los químicos que influyen en el estado de ánimo. Quienes consumen este alimento con regularidad tienen un 70 % menos de riesgo de enfrentarse a trastornos relacionados con el estrés.
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