Pese a su independencia, los gatos también pueden ser animales muy cariñosos y son capaces de crear vínculos muy profundos con las personas cercanas de su entorno. Debido a estas características, aprecian diversos aspectos de su relacionamiento con los humanos. Conocé cuáles son estos rasgos.

Según una investigación de la Universidad de Oregón (Estados Unidos), los gatos quieren tanto a sus dueños como lo hacen los perros, pero demuestran su amor de forma diferente. En esta interacción, los felinos realmente aprecian el poder acostarse a descansar junto a sus dueños y, de hecho, es una de las formas de mostrarles su amor a los humanos. El instinto de protección de los felinos los impulsa a compartir la cama con sus dueños.

Como son animales curiosos, inteligentes y llenos de energía, también disfrutan de jugar junto a sus dueños, especialmente cuando les ofrecen juguetes. La falta de estímulos y de actividad física en los felinos pueden ocasionarles problemas como estrés, ansiedad, depresión y agresividad, por lo que es fundamental establecer una rutina de juegos.

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Estos peluditos también disfrutan de las muestras de afecto que reciben de sus dueños, pero no todo el tiempo. Estas caricias solo pueden hacerse en las partes que el mismo animal lo permita y por la cantidad de tiempo que este desee. Más allá de estos aspectos, no hay mayor felicidad para un gato que estar con su dueño todo el día y disfrutar haciendo cosas con él.

Los felinos también son criaturas sensibles, que buscan ambientes donde se sientan protegidos y nutridos. Cuando un felino encuentra en su hogar un ambiente de cuidados, es natural que comience a establecer una relación profunda y cercana con los integrantes de este entorno.

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