Por Paz Godoy, paz.godoy@nacionmedia.com

La profesional de la salud animal Loiken Knöpfelmacher, o más conocida como doctora Mykurẽ, brindó algunos consejos para mantener a los mykurẽs (zarigüeyas) en las casas como agentes de control de plagas. Esto ante la invasión de alacranes, pues en el país se registraron, en lo que va del año, más de 115 afectados y 4 fallecidos asociados a las picaduras de estos artrópodos arácnidos depredadores.

“Debemos difundir que el mykurẽ (zarigüeya) come alacrán. Es el que controla la población de alacranes; ellos buscan entre las piedras y maderas, por eso normalmente le encontramos a los mykurẽs entre los materiales de construcción, a veces, tenemos ladrillos o tejas viejas y el mykurẽ vive detrás de eso”, explicó Knöpfelmacher.

Mencionó que estos animales consumen, además de los alacranes, las cucarachas, incluso las ratas y víboras. Pero los propietarios de las casas, al observar a una zarigüeya en su residencia, lo primero que hacen es matarla. “No debemos sacarlos de ahí, ellos ya están adaptados a vivir con nosotros, ellos son animales de zonas urbanas, ellos ya no van a buscar vivir en el bosque”, dijo la popular doctora mykurarẽ.

Knöpfelmacher aconsejó que si estos animales se encuentran en los árboles, no se los debe mudar de estos sitios. “Ellos están cumpliendo una misión, ellos comen los alacranes que hay en nuestro patio, a veces uno no sabe que tiene, porque el mykurẽ ya comió. También debemos tener que cuidarlos de nuestros perros, porque los perros matan a los mykurẽs”, puntualizó.

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La doctora señaló que los balanceados caninos no se dejen en el patio por la noche, pues los mykurẽs gustan de comer la comida para los perros. Si estos animales se encuentran, el mykurẽ saldrá perdiendo, pues no tiene las herramientas para defenderse del ataque de un can.

“No tenemos que pretender que estos animales necesitan un rescate, sacándoles del patio y llevarlos al bosque. No, ellos viven con nosotros. La información más importante es que ellos son los que nos cuidan de los alacranes, todos los bichos, todos los que puedan ser dañinos para nosotros. Cucarachas, creo que nadie quiere tener cucarachas, ellos fumigan la casa por la noche, cuando nosotros dormimos”, afirmó.

“El mykurẽ que vemos en nuestro patio es un didelphis albiventris, este animal, ya es un animal sinantrópico. Eso significa que ellos ya se adaptaron a la vida con nosotros, ellos cambiaron al bosque por nuestro jardín, tuvieron que cambiar la alimentación natural a alimentarse de los restos de los desperdicios urbanos y se alimentan principalmente de insectos”, explicó Knöpfelmacher.

La doctora mykurẽ resaltó que este animal no solo se alimenta de gallinas, que esa idea debe ser eliminada de la creencia popular. “Yo tengo evidencia, y comentarios de personas que tienen gallineros, y ven al mykurẽ (zarigüeya) que entra al gallinero a comer maíz, come cualquier cosa menos a la gallina”, puntualizó la profesional.

Pero indicó que existen casos, donde las zarigüeyas son cazadoras, pero que eso se identifica desde que la cría es bebé, pues estos tienen un comportamiento de canibalismo por sus pares. “Ese siempre va a ser un cazador, disfruta más de ese tipo de alimentación, que es natural, es normal. Si el humano no hubiese interferido y no hubiera dañado a la fauna silvestre, el caníbal hubiera sido importante, porque controla a su propia especie y a otras especies”, argumentó.

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