De color morado bien oscuro y su característico sabor amargo, la berenjena no solo aporta una mínima cantidad de calorías, sino que ofrece múltiples beneficios para la salud. Tiene poderosas propiedades curativas, antibacterianas y antivirales, además funciona como un excelente diurético y antioxidante.

Este alimento es rico en potasio, cobre, ácido fólico, magnesio y fibra. Contiene flavonoides y fenoles, con grandes propiedades para combatir los virus y el daño de las células del organismo. No obstante, la berenjena siempre se debe consumir cocida debido a que también contiene solanina, una sustancia que puede causar malestar digestivo y desaparece con la cocción.

A pesar de que comúnmente se la percibe como verdura, la berenjena es en realidad una fruta y es sumamente útil para bajar de peso. Por cada 100 gramos, solo aporta 20 calorías y estimula la saciedad. Este alimento es además un aliado contra la anemia debido a su riqueza en magnesio y hierro.

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La berenjena es igualmente beneficiosa para las embarazadas gracias a su gran aporte de ácido fólico y es muy recomendada sobre todo durante los primeros meses de gestación por su riqueza en diversos nutrientes.

Para aprovechar todas las propiedades de la berenjena, se recomienda prepararlas al horno, al vapor o a la plancha, no frita ni con salsas. Una manera de prepararla es condimentarla con sal y dejarla reposar durante 30 minutos para luego quitar la humedad y la sal sobrante. Este proceso ayuda a eliminar su sabor amargo tan característico.

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