La banana es una de las frutas más saludables y populares. No constante, es común que pasado cierto tiempo empiece a desarrollar manchas oscuras y se tenga que desechar, especialmente cuando están expuestas a temperaturas extremas, tanto en frío como en calor. La duración y conservación de esta fruta dependerá de una serie de trucos: desde envolverlas en papel film hasta evitar separarlas completamente de su racimo.

Según la experiencia científica, a diferencia de otras frutas, las bananas se conservan mejor fuera de la heladera, pero solo a temperaturas que ronden los 14 ºC. Por este motivo, cuando hace calor, no hay otra opción más que almacenar la fruta en la heladera. El problema con colocarlas en este espacio es que la baja temperatura acelera su proceso de maduración.

Para evitar desecharlas rápidamente, lo primero que se debe hacer es no separar las bananas y envolver las puntas de los plátanos con papel film transparente o papel de aluminio. Así el aire no entrará y se retrasará el proceso de maduración. Una vez que estén bien cubiertas, pueden ser almacenadas en la heladera.

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Otra opción para conservar por más tiempo las bananas es envolverlas en papel diario para introducirlas a la heladera. Esta técnica permite que se conserven perfectamente al interior de la cáscara, siempre y cuando sean almacenadas en la zona especialmente habilitada para frutas y verduras de la heladera.

Además de su delicioso sabor, la banana aporta una serie de beneficios para la salud del organismo: está llena de vitaminas y minerales como el potasio, además previene la anemia y reduce la fatiga. Contiene triptófano, un aminoácido que tiene propiedades relajantes, beneficiando así al sistema nervioso.

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