Lejos de una rutina muy compleja, el cuidado de la piel debe incluir tres pasos esenciales: limpieza, humectación y protección solar. Mientras que el primero elimina la grasa y la suciedad, el segundo evita que la piel se reseque y aparezcan las primeras líneas de expresión como consecuencia. Protegerse de los rayos del sol también es fundamental para evitar complicaciones.
En una investigación dermatológica de la Universidad Northwestern, se determinó que el primer paso esencial para cuidar la piel del rostro es la limpieza. Con esta acción se elimina desde la suciedad hasta las células muertas, el maquillaje y los contaminantes ambientales. Si se acumulan, pueden obstruir los poros y causar acné. Siempre es recomendable realizar este paso dos veces al día, con un limpiador facial que sea apto para el tipo de piel.
Además de la limpieza, utilizar crema humectante también es fundamental. La humectación diaria evita que la piel se seque y puede reducir la aparición de líneas de expresión. El producto para humectar también difiere según el tipo de piel. Se recomienda realizar este paso dos veces al día.
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La protección solar también debe ser parte de la rutina, sin importar el tipo o tono de piel. Los rayos ultravioleta del sol pueden aumentar la producción de radicales libres y dañar el colágeno, acelerando la aparición de líneas de expresión y arrugas. La exposición solar excesiva también aumenta la producción de melatonina, que provoca la aparición de manchas solares en la piel.
Respecto a los protectores solares, se deben buscar aquellos productos que protejan la piel tanto de los rayos ultravioletas como de los UVB (los rayos ultravioletas de amplio espectro), que tengan al menos un factor de protección solar (FPS) de 30.
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