Cuando se trata de vitaminas, principalmente de las relacionadas al grupo B, es bastante común escuchar sobre las bondades de compuestos como B12, que es importante para prevenir la anemia y mantener la salud ósea. No obstante, existe un nutriente fundamental, que es olvidado con frecuencia: se trata de la vitamina B6, esencial para la salud mental y los procesos cognitivos.

Según una investigación encabezada por la Universidad de Oxford, que estuvo a cargo de la neuróloga Reem Malouf, la vitamina B6 participa en una serie de reacciones químicas que son importantes para el sistema nervioso y la función cerebral, incluida la síntesis de proteínas, aminoácidos y mensajeros químicos del cerebro, así como el funcionamiento adecuado del sistema inmunitario.

A su vez, la deficiencia de este nutriente se relaciona con varios trastornos neurológicos como las convulsiones, la migraña, la ansiedad, la depresión y el deterioro de la memoria. Más allá de los procesos cognitivos, la vitamina B6 es fundamental durante el embarazo y el posparto debido a que puede ayudar a aliviar las náuseas matutinas y es necesaria para el desarrollo cerebral del bebé.

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Al igual que con las otras vitaminas esenciales, el cuerpo no es capaz de producir B6 por sí mismo, por lo que únicamente puede obtenerla de alimentos o suplementos. Este nutriente se encuentra en alimentos integrales como el atún, el salmón, los cereales fortificados, los garbanzos, las aves de corral, las verduras de hoja verde oscura, las bananas, las naranjas, el melón y las nueces.

Antes de incluir ciertos nutrientes o alimentos a la dieta, siempre es importante obtener el “visto bueno” de un profesional médico, quien debe ser el encargado de suministrar las dosis exactas ante cada caso particular.

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