La piel sufre muchos cambios a través de los años, aparecen las arrugas, flacidez y pigmentación. Estos signos visibles del envejecimiento se dan de forma natural y son inevitables, sin embargo, su efecto se puede ralentizar con algunos remedios caseros como, por ejemplo, una mascarilla a base de almendras.
Las almendras tienen un alto contenido de vitaminas, minerales y antioxidantes, que son indispensables para mantener una piel sana y radiante. También contienen vitamina E, la que ayuda a proteger la piel de los daños causados por los radicales libres y promueve la regeneración celular.
Estos frutos secos contienen igualmente grasas saludables como los ácidos grasos omega-3 y omega-6, que contribuyen a mantener la piel hidratada y suave, además de colaborar a reducir la inflamación y la irritación de la piel. También promueven la producción de colágeno, que es importante para mantener la elasticidad y firmeza de la piel.
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Para aprovechar al máximo sus propiedades, según estudios, se puede preparar una mascarilla de almendras utilizando únicamente los frutos secos triturados y un poco de yogurt natural. Se recomienda mezclar ambos ingredientes hasta obtener una textura uniforme, que sirva como crema untable para la piel.
Una vez listo, el preparado se aplica sobre el rostro haciendo un suave masaje durante 3 minutos para luego retirarlo con abundante agua tibia. Además de esta mascarilla, también se recomienda utilizar las almendras en aceites, cremas y demás productos de belleza para obtener beneficios adicionales para la salud de la piel y también el cabello.
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