La simple acción de mascar chicle puede convertirse en un modo efectivo para reducir el estrés, además de aportar a proteger la salud bucal. Este acto ayudaría además a disminuir la respuesta del sistema nervioso de lucha o huida y reduciría así la ansiedad.
Según el estudio “la masticación como conducta para afrontar el estrés”, que fue replicado por la prensa internacional, mascar chicle durante la exposición al estrés disminuye los niveles de cortisol (hormona del estrés) y reduce el estrés mental. De esta forma, esta acción también puede ayudar a volver a enfocar la atención.
Desviar la atención de cualquier cosa que pueda activar el sistema nervioso de lucha o huida es fundamental en crisis de estrés. Al masticar chicle, la atención se centra más en los aspectos físicos y menos en los mentales. No solo en el campo emocional, esta acción puede tener numerosos beneficios cognitivos: aumenta el flujo sanguíneo cerebral, por lo que puede estimular la actividad cerebral.
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La golosina igualmente puede aportar otras ventajas como reducir el apetito y evitar el picoteo. Con 45 minutos mascando chicle se puede lograr este efecto. Siempre y cuando se trate de opciones sin azúcar, el chicle puede aportar a la salud bucal debido a que ejercen un efecto complementario al cepillado de dientes, que reduce la inflamación de las encías.
Aunque sea sin azúcar, la utilización de esta golosina nunca puede sustituir el consumo de dulces naturales como las frutas. La ausencia de estos alimentos afectaría la buena alimentación, atendiendo a que se trata de promociones muy ricas nutricionalmente.