Las alternativas caseras o naturales no tienen que ser descartadas necesariamente. Ciertos remedios caseros, que forman parte de la cultura popular, lograron conseguir su aval científico. Por ejemplo, la miel o la manzanilla, que no solo combaten infecciones respiratorias o el insomnio, también aportan numerosos beneficios para la salud.

La miel es conocida por su capacidad para aliviar la tos y reducir la irritación de la garganta. Varios estudios, que fueron elaborados por la prestigiosa fundación Mayo Clinic, han demostrado que este alimento es igual de efectivo que muchos jarabes para la tos, especialmente en niños.

Utilizar aceite de coco para la piel también es bien visto por la comunidad científica. Se trata de un humectante natural que puede ayudar a mantener la piel suave e hidratada. Además, se ha utilizado para tratar afecciones de la piel como la dermatitis atópica. No obstante, siempre es recomendable visitar a un dermatólogo para indicar el método y las cantidades correctas a la hora de utilizar el producto.

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La manzanilla también es un poderoso ingrediente natural que cuenta con el aval científico. Esta planta se utiliza comúnmente como un remedio natural para la relajación y el alivio del estrés. Dichas investigaciones han respaldado su capacidad para reducir la ansiedad y promover el sueño.

Otro beneficioso ingrediente natural es la menta, que es especialmente efectiva para ayudar a tratar los síntomas del intestino irritable y el malestar estomacal. Un té de menta también ayuda a combatir el dolor de cabeza y favorecer la relajación en aquellos que combaten el estrés.

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