Las várices suelen aparecer con frecuencia en las personas que tienen problemas de circulación, así como en aquellas que permanecen mucho tiempo paradas o sentadas. Por lo general, esta condición se combate con tratamientos médicos y medias de compresión. A la par de estos procedimientos, también existen algunos ingredientes caseros que ayudan a los vasos sanguíneos.
Como medidas alternativas y naturales, el vinagre de manzana suele ser empleado para aliviar la picazón o molestia que se puede generar cuando ya hay presencia de várices en alguna zona del cuerpo. El producto se puede aplicar de manera directa en la zona afectada.
Al igual que el vinagre, el ajo también puede combatir las várices por sus propiedades antiinflamatorias, anticoagulantes y vasodilatadoras. Para aprovechar sus beneficios, se recomienda machacar un ajo, colocarle unas gotas de aceite de oliva y aplicar esta mezcla en la zona afectada.
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Más allá de estos ingredientes, a la hora de combatir las várices, una dieta sana y equilibrada es una de las principales respuestas. Si se padece de esta condición, se recomienda evitar la sal, el café, el chocolate, las grasas saturadas, dulces, conservas y comidas picantes a fin de prevenir la retención de líquidos.
Esta condición es más común en mujeres, que en hombres. Entre algunos factores que predisponen el desarrollo de várices se encuentran los antecedentes familiares y el sobrepeso. Aunque la herencia genética no es modificable, la clave para combatir esta condición es llevar un estilo de vida saludable.
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