Del tamaño de los granos de arroz, la quinoa es una semilla que va ganando espacio en el mercado debido a su riqueza en una gran cantidad de nutrientes. Esta especie de cereal se puede utilizar además en una gran variedad de platos y planes de alimentación.
Según importantes estudios, la quinoa es una bomba de minerales como el calcio, el magnesio, el potasio, el hierro y el zinc, además de ser una fuente de vitaminas. Su riqueza principal está dada por su inigualable cantidad de hierro. Este alimento cuenta con aproximadamente 13 miligramos de hierro por cada 100 gramos, mientras que la carne presenta 3 miligramos en cada 100 gramos.
Esta semilla tiene un alto contenido en omega 3, por lo que es un alimento protector del sistema cardiovascular. Sus propiedades antioxidantes contribuyen a reducir la acción de los radicales libres, que generan inflamación y disfunción arterial.
Por su alto contenido en fibras, la quinoa también es recomendada para estimular el tránsito intestinal y favorecer la digestión. Este alimento aumenta igualmente la sensación de saciedad, una característica fundamental para regular las ingestas y facilitar el descenso de peso.
Para consumir la quinoa, es fundamental lavar las semillas varias veces a fin de eliminar la “saponina”, una arenilla de sabor amargo que produce su planta. Una vez que el agua se vea limpia, el ingrediente estará listo para ser cocinado. La forma de cocción más común es hervir el alimento durante 20 o 25 minutos. Con la cocción, duplicará su volumen.