Uno de los errores más comunes de la rutina nocturna es acostarse sin haber secado bien el pelo. La humedad puede afectar el cuero cabelludo y ocasionar serios daños a la salud capilar. Desde el aumento de la porosidad hasta la generación de caspa, los riesgos de dormir con el pelo húmedo son varios.
Según importantes estudios, al mantener durante mucho tiempo el cabello húmedo, el cuero cabelludo se vuelve más sensible y, como consecuencia, sus proteínas y componentes no se compactan como cuando está se,co y se pierden. Fruto de esa sensibilidad, el pelo se vuelve más quebradizo y aumenta su porosidad.
La humedad contenida por tanto tiempo, ya sea durmiendo con el cabello mojado o envolviéndolo con una toalla, provoca la inflamación del cuero cabelludo. Esto ocasiona que la persona se rasque con bastante frecuencia ocasionando en muchas ocasiones heridas y escozor. Además, uno de los aliados de la caspa es precisamente la humedad.
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Permanecer por largas horas con el pelo húmedo estimula el recambio de las células capilares y propicia la aparición de la caspa. También tiende a originar nudos en el cabello, al igual que los movimientos de la cabeza durante el sueño.
Para mantener una buena salud capilar, además de mantener una dieta saludable, se recomienda siempre tomarse el tiempo para secar el pelo antes de acostarse, frotándolo de forma suave con una toalla y luego utilizar un peine de dientes anchos para desenredarlo. El secador es otra alternativa, pero no es recomendable abusar de este.