El rol de las mascotas se volvió fundamental en los hogares. Aunque son innegables los beneficios para la salud física y mental de convivir con los animales, también es cierto que las mascotas pueden ser huéspedes de enfermedades infecciosas, que se pueden transmitir al ser humano.
A estas afecciones se las conoce como enfermedades zoonóticas o zoonosis, y aunque el riesgo de contraerlas es bajo, existen algunos grupos de riesgo como las mujeres embarazadas y las personas que tienen sistemas inmunitarios debilitados. Estas enfermedades se pueden transmitir directamente de las mascotas a los humanos, a través del contacto con saliva y fluidos corporales o indirectamente a través del contacto con cosas contaminadas.
Los perros y gatos son importantes víctimas de infecciones zoonóticas causadas por virus, bacterias, hongos y parásitos. Según estudios realizados por la Universidad de Lisboa en Portugal, las mascotas y los humanos viviendo en los mismos hogares a menudo tenían una cepa de E, una bacteria resistente a los antibióticos.
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Los perros suelen portar la bacteria Capnocytophaga en la boca y en la saliva, que puede transmitirse a las personas a través de contacto cercano o mordeduras. Por su parte, las zoonosis asociadas a los gatos incluyen una serie de enfermedades que se transmiten por vía fecal-oral como la giardiasis, la campilobacteriosis, la salmonelosis y la toxoplasmosis.
Ante el riesgo, se recomienda priorizar la higiene en lo que respecta al contacto con las mascotas, que incluye evitar besarlos, además de lavarse las manos después de acariciarlos o manipular objetos de estos animalitos.
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