Más allá de las creencias populares, lavarse el pelo todos los días puede resultar contraproducente. Con esta acción, se estarían removiendo aceites naturales del cuero cabelludo y, en consecuencia, el pelo podría sufrir de sequedad e irritación, según apuntan nuevos análisis.
La investigación de la Facultad de Medicina “Feinberg” de la Universidad Northwestern en Illinois (Estados Unidos), impulsada por la dermatóloga Murad Alam, detalló que el champú tiene la función de limpiar el cuero cabelludo y el cabello, ya que elimina las sustancias ambientales que se le impregnan como el polvo y el polen, aunque también erradica la caspa y la transpiración.
No obstante, este producto para la limpieza capilar también disuelve el sebo, una sustancia aceitosa y cerosa que producen las glándulas sebáceas cercanas a los folículos pilosos o del pelo. Esta sustancia es la encargada de evitar que el cuero cabelludo se reseque, además de proteger la piel de posibles infecciones, por lo que lavarse el cabello todos los días no siempre es recomendable.
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De acuerdo con la investigación, el lavado cotidiano “se justifica” para quienes utilizan con frecuencia productos como geles o aerosoles, cuyos componentes suelen acumularse en el cuero cabelludo, causar irritación e impedir el crecimiento del cabello ya que obstruyen los folículos pilosos.
La frecuencia del lavado dependerá de otros factores y se diferencia de acuerdo al tipo de cuero cabelludo: ya sea graso o seco. Utilizar champú con más frecuencia, de entre tres a cuatro veces por semana, puede ser la mejor opción para las personas con cuero cabelludo graso, que tienen predisposición para acumular sebo. En este estado también se puede producir caspa.
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