En las dosis justas, el café puede aportar numerosos beneficios para la salud, como estimular el sistema nervioso central, favoreciendo la concentración y la memoria. Para aprovechar esta bebida, se deben tener en cuenta una serie de recomendaciones: desde la presentación hasta el horario en que se consume.

Según estudios, el café de grano es más recomendable debido a que no se oxida y conserva mejor las propiedades. La preparación es otro factor a tener en cuenta. Al momento del cebado o batido, la temperatura del agua preferiblemente debe estar siempre a 90 grados como mínimo.

La mayoría de personas consumen una taza de café al despertarse con el objetivo de incrementar la energía del cuerpo. No obstante, esta acción puede generar el efecto contrario, teniendo en cuenta que el cerebro aún no se encuentra activo de forma natural.

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Más allá de estos factores, vale la pena resaltar los beneficios que tiene esta bebida. Unas pocas tazas de café al día también pueden reducir el riesgo de diabetes tipo 2, además de ayudar a controlar el peso y alargar la calidad de vida.

El consumo de cafeína, dentro de los límites saludables, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares e, incluso, puede ayudar a prevenir el cáncer, sobre todo cuando se ingieren entre 1 y 3 tazas diarias, pues contiene gran cantidad de polifenoles antioxidantes.

No obstante, como en cualquier caso, también hay límites para el consumo de la cafeína. De acuerdo con dichos estudios, una dosis moderada de cafeína para adultos sanos es de entre 200 a 400 miligramos de café durante el día, lo que equivale a, aproximadamente, cuatro tazas de café. Excederse de este límite puede causar además efectos nocivos para la salud.

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