A la hora de combatir las várices, una dieta sana y equilibrada puede ser una de las respuestas. Si se padece de esta condición, se recomienda evitar la sal, el café, el chocolate, las grasas saturadas, dulces, conservas y comidas picantes a fin de prevenir la retención de líquidos. Más allá de las limitaciones, también existen determinados alimentos que ayudan a los vasos sanguíneos y el puerro es uno de estos.

Entre los componentes de esta verdura, importantes análisis descubrieron su riqueza en vitamina B9 o folatos, que interviene en la formación óptima de los glóbulos rojos, los encargados de transportar oxígeno a nuestras células. El consumo frecuente de puerro tiene una importante acción “fibrinolítica”, que contribuye a evitar la formación de trombos y coágulos.

Aunque no sea muy valorado, el puerro puede aportar múltiples beneficios para la salud. Esta verdura contiene cantidades relevantes de fibra, ácido fólico, vitaminas B6 y C, además de minerales como el calcio, el potasio, el fósforo y el magnesio, por lo que puede ser un gran aliado para combatir las várices.

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Esta condición es más común en mujeres, que en hombres. Entre algunos factores que predisponen el desarrollo de várices se encuentran los antecedentes familiares, el sobrepeso y el hecho de pasar mucho tiempo sentado o de pie. Aunque la herencia genética no es modificable, la clave para combatir esta condición es llevar un estilo de vida saludable.

Para prevenir las várices o reducir sus molestias, se recomienda especialmente la realización de ejercicios físicos como la caminata, además de utilizar diariamente calzado cómodos y descartar la ropa ajustada.

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