Las hormonas controlan muchas funciones del cuerpo como el estado de ánimo, la energía, el sueño, el metabolismo y el sistema inmunológico. Por eso, mantenerlas en equilibrio es esencial para la salud del organismo. Además de chequeos periódicos con profesionales médicos, existen formas naturales de controlarlas, como por ejemplo, el consumo de batata.
La batata es un tubérculo caracterizado por su dulzor. Hay distintos tipos. Se diferencian por sus tonos: desde blanquecinos hasta amarillentos o rojizos anaranjados. Este alimento contiene casi todo lo que se necesita para un organismo saludable: proteínas, calcio, hierro y muchas vitaminas. Es incluso sustituto de algunos medicamentos y está recomendado para deportistas.
Según importantes estudios, este tubérculo puede ayudar a regular el desequilibrio hormonal, actuando sobre los estrógenos, las hormonas que juegan un papel clave en la salud reproductiva femenina, incluyendo la pubertad, la menstruación, la etapa del embarazo, pero también la de la menopausia. Los estrógenos también son importantes para la salud del corazón, los huesos y el cerebro.
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La batata es rica en fibras, sacia más rápido que otros alimentos sin necesidad de comer en exceso. Contiene igualmente vitamina A, que colabora con la restauración y regeneración de las células de la piel, además de vitamina C, que promueve la producción de colágeno para mantener su elasticidad.
Este tubérculo es un antioxidante natural teniendo en cuenta que también elimina toxinas y regula el balance de agua en el cuerpo. Únicamente las personas que tengan un historial de cálculos renales deben controlar el consumo de batata, ya que el alimento contiene oxalato, que contribuye a la formación de estas piedritas que se alojan en los riñones.
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