El consumo de la remolacha puede ayudar al organismo en varios aspectos, principalmente en lo que hace al control de la hipertensión y el cuidado de la salud cardiovascular. Una de las mejores formas de aprovechar al máximo la hortaliza es a partir de licuados. Importantes estudios demostraron que el jugo de remolacha redujo significativamente la presión arterial en pacientes hipertensos.

De acuerdo con dichos análisis científicos, la remolacha favorece el aumento del nivel de óxido nítrico en el organismo, que es fundamental para una buena circulación, por lo que se recomienda beber un vaso de jugo de remolacha diariamente.

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Además, el consumo de la hortaliza en licuados reduce el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca, principalmente por su riqueza en flavonoides como la betaína, que le da su color rojo y favorece la baja de homocisteína, asociada a los ataques cardíacos.

La presencia de antioxidantes y ácido fólico en la remolacha ayuda a sus consumidores a mantener la piel con un aspecto más joven y sano, al igual que los cabellos y las uñas. El silicio, otro de los elementos rejuvenecedores de la hortaliza, es muy importante para la buena salud de los huesos, las arterias y la piel.

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Además de sus nutrientes para favorecer a la salud cardiovascular, la remolacha es reconocida por la actividad depurativa que genera en el organismo. Para aprovechar al máximo sus propiedades, el jugo de la hortaliza es una de las mejores opciones y su preparación resulta sencilla.

Tras lavar, pelar y limpiar las remolachas, se puede procesar la hortaliza con agua fría y un poco de jugo de limón hasta obtener una mezcla homogénea sumamente beneficiosa, tanto para la salud cardiovascular como la digestiva.

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