Debido a su alto contenido en vitaminas, las almendras no son simples frutos secos, se convirtieron además en potencias nutricionales que ofrecen una gran cantidad de beneficios para la salud, especialmente en la prevención de resfriados, gracias a su contenido de vitamina E.
El fruto seco proviene de la región central de Asia y se expandió a otras áreas geográficas con temperaturas cálidas. Los principales países productores de almendras son los Estados Unidos, España, Italia, Siria y Marruecos.
Según importantes estudios, las almendras son ricas en antioxidantes, que desempeñan un papel fundamental en el fortalecimiento del sistema inmunológico. Al consumir estos frutos secos, se le está proporcionando al organismo dosis de vitamina E, que ayudan a prevenir resfriados y otras enfermedades relacionadas al sistema respiratorio.
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Además de su composición en vitaminas, las almendras son una fuente de grasas saludables, que son beneficiosas para la salud cardiovascular. Estas grasas ayudan a aumentar el colesterol HDL (el “bueno”). Estos frutos secos también son una fuente de proteínas vegetales, fibra, calcio, magnesio y otros minerales esenciales.
Más allá de sus nutrientes, las almendras son muy versátiles y se pueden utilizar en una variedad de formas en la cocina. Pueden consumirse crudas, tostadas, picadas o molidas y son un ingrediente clave para una amplia variedad de recetas dulces y saladas. Desde ensaladas hasta postres como galletitas y helados, estos frutos secos añaden sabor y textura deliciosos a cualquier preparación.
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