Los excesos siempre son malos y aunque se trate de hábitos comunes y saludables como el consumo de agua, abusar del líquido vital puede desencadenar en una rara condición denominada “hiponatremia”, que se produce cuando la concentración de sodio en la sangre es anormalmente baja. Desde malestares hasta calambres e incluso un paro cardíaco, la intoxicación por beber mucha agua también puede ser mortal, según fuentes médicas.

El doctor Carlos Morínigo, director del Policlínico Municipal de Asunción, recordó en conversación con La Nación/Nación Media que el riñón es el encargado de mantener el equilibrio de los electrolitos en el organismo. El sodio es uno de estos y ayuda a su vez a regular la cantidad de agua que hay dentro y alrededor de las células.

Precisamente, es el consumo excesivo de agua lo que puede derivar en la disminución anormal de la concentración de sodio en la sangre y ocasionar la condición denominada “hiponatremia”. “Se necesita de sodio para que las células puedan funcionar. Ante su ausencia, primero se da el calambre y una serie de espasmos en el cuerpo y puede llegar hasta un paro cardíaco”, agregó.

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El médico recalcó que existe una gran cantidad de factores como el peso de una persona a la hora de determinar la cantidad de agua que debe consumir diariamente, más allá de los dos litros recomendados. “Los seres humanos tenemos una cantidad de agua que tenemos que consumir en forma diaria para estar sanos”, enfatizó.

Por otra parte, el profesional de la salud también aconsejó prestar mucha atención a la hora de comprar agua embotellada. “Hay agua que viene sin sodio y hay que tener mucho cuidado, sobre todo las personas que entrenan o van al gimnasio y necesitan del líquido. Si toman esa agua sin sodio, se están tomando aguas sin minerales. Esto también puede ocasionar trastornos de electrolitos”, destacó.

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