Cuando se busca acelerar el metabolismo y bajar de peso, la moringa puede convertirse en la alternativa perfecta. La planta, que proviene de India, tiene un alto contenido en nutrientes como calcio y vitamina A, por lo que se le confieren propiedades adelgazantes, que están dadas por la rápida metabolización de sus propiedades.
Según importantes estudios, la moringa tiene un alto contenido en una gran variedad de nutrientes: desde el calcio y el fósforo, hasta el hierro y la vitamina A. Esto hace que sea muy recomendada para personas con deficiencias nutricionales o para deportistas de alto rendimiento. Una de sus características principales es que es una planta del grupo de las “oleíferas”. Se llama así a los vegetales que contienen aceite.
Respecto a su poder para adelgazar, los nutrientes de la planta aceleran el metabolismo y la energía que producen estas propiedades permite al organismo quemar más grasas, incluso en estado de reposo, colaborando así en la pérdida de peso. Además, la planta tiene un aporte casi nulo de calorías.
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Cómo consumir moringa
Debido a su versatilidad, la moringa se puede ingerir de varias formas. Sus hojas tienen un sabor agradable y pueden consumirse crudas o al vapor, en ensaladas o como guarnición. También se pueden ingerir las raíces, similares a las zanahorias y las semillas que están contenidas en sus frutos.
Como sucede con cualquier alimento, si se consume en exceso, la moringa también puede tener efectos adversos en el hígado y la función renal, y aumentar el crecimiento bacteriano. La recomendación, como con otros productos no habituales en la dieta, es consultar al médico antes de su consumo.